Publicado el : 27/09/2017 12:46:36
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El arquero moderno ya no tiene los pies redondos. Esa vieja leyenda de que el portero tiene que dedicarse únicamente a atajar y resolver como sea, a duras penas con los pies, si es que le toca la chance, es una frase obsoleta en el futbol actual.
Vemos que la exigencia táctica del futbol moderno, le exige al arquero ser un jugador de campo más, en ese sentido, vemos cómo en artículos anteriores - cuando hemos hablado de las posiciones de los roles tácticos en la actualidad - nos hemos dado cuenta de la participación activa que tiene el Goal Kepper en la línea de fondo. Incluso, la extinta posición del líbero, es representada aún por casos de arqueros que tienen una buena lectura del movimiento del rival y del movimiento de su propia defensa, ofreciendo coberturas a la línea de fondo cuando esta se ha visto sorprendida o superada.
A continuación describimos tres aspectos relacionados al ‘juego de pies’ que un arquero debe trabajar para estar a la altura del juego moderno:
Saques de fondo
Tanto desde la línea del área chica, como cuando el balón está bajo su control, ya sea con las manos o los pies, el arquero debe tener una aguda precisión al momento de desprenderse del balón para asistir a un compañero.
Un buen saque de fondo, ya sea con los pies o con las manos, puede significar el comienzo de un buen contra golpe, incluso, en algunos casos, cuando el rival se encuentra mal posicionado, la asistencia del arquero, puede llegar a convertirse en un pase gol.
Intercepciones y coberturas
Ejemplos como Manuel Neuer y Claudio Bravo, nos ilustran la mentalidad y la actividad constante en pos de interpretar el juego rival con tal de estar atentos para cortar jugadas de peligro rival.
Control orientado y visión de juego
Muchos esquemas tácticos de la actualidad, en donde se prioriza la tenencia del balón, consideran la participación del arquero como algo fundamental en la generación de la construcción de juego. O sea, tener siempre una opción de juego para con algún compañero.