Publicado el : 18/07/2017 18:56:20
Categorías : ADIF Blog
La federación de fútbol alemana (DFB), tomo de referentes al instituto nacional de fútbol Francés Clairefontaine y a la academia de Ajax de Holanda. A partir de esos dos modelos de organización, se ideó un plan que viene dando frutos en los campeonatos más importantes del último tiempo, tanto a nivel nacional como a nivel de clubes.
La propuesta que generó este cambio, se centra en la idea de que había que formar a los chicos, desde la sub 9 hasta la sub 19 - tanto a nivel amateur, inferiores como a nivel profesional - tomando en consideración los siguientes aspectos: entrenamientos con entrenadores full time, todos los días, alternando la instrucción académica con la formación física, campos de entrenamiento más que adecuados, personal médico de asistencia full time y por sobre todo, se puso el acento en potenciar la perspectiva táctica del juego, aspecto que el fútbol teutón tenía en deuda.
La inversión de la federación apostaba a generar talentos autóctonos y para ello, la mirada se puso sobre los clubes regionales, ofreciendo la posibilidad para posibilitar un cruce entre el fútbol profesional y el fútbol amateur. Tres años después del acuerdo, se puso en marcha un programa de desarrollo de talentos que busca identificar promesas y educarlas. La primera medida que tomaron, fue potenciar las inferiores de los clubes de primera y segunda división, tomando como medida obligatoria que, aquel club que no invierta en las divisiones de base, no podría participar en la Bundesliga. La segunda medida, y quizás la más importante, fue una propuesta de amplio desarrollo enfocada en la formación de los entrenadores.
Dentro de estas políticas, que han traído consigo el florecimiento de una cantidad avasalladora de estrellas a nivel nacional, hay una mirada colectiva que puebla de recursos y posibilidades de crecimiento constante a todos quienes formen parte de este deporte en Alemania. En ese sentido, existe un fondo común en la DFB, en el cual participan todos los clubes que la componen, incluyendo los clubes amateur: existen 25.727 clubes, 6.7 millones de miembros, 171.567 clubes de todas las edades y 1.058.990 mujeres afiliadas.
Por otro lado, el trabajo voluntario, se vuelve parte fundamental para dar abasto con la necesidad y la demanda que existe de parte de los clubes, con tal de poder cumplir con las obligaciones impuestas por la federación nacional. Voluntarios donando su tiempo para ayudar a clubes amateur, algo que para nosotros puede sonar extraño, en Alemania es un hecho que se constata de un modo impresionante a través de las estadísticas: 1.7 millones de personas donan 120 millones de horas durante los 80.000 partidos que se juegan el fin de semana.
Encima de esos datos, se registra que hay 7 millones de personas vinculadas formalmente al fútbol (6.889.115) donde se refleja un sorpresivo crecimiento en la tercera edad y en las mujeres ( esta última en mayoría) Cabe mencionar frente a esto último que la selección de fútbol femenina de Alemania, es la única que ha conseguido el trofeo dos veces (2003 y 2007), además de haber ganado ocho veces la Eurocopa.
Por una parte, nos daremos cuenta de que la eficacia de este proceso, no tiene que ver únicamente con la capacidad económica de inversión, sino con las políticas que trazan una manera unificada para que exista un propósito en común, que beneficie a todos los clubes, sin importar su poder financiero o su calidad futbolística, ya que por ejemplo, el aporte que realiza cada club, a ese fondo común, está dado en una relación proporcional de ingresos.
De todos modos, el ingreso más significativo que genera cualquier club de fútbol, proviene del aporte de sus socios, otro aspecto que tuvo un crecimiento exponencial en el fútbol alemán, dado el inicio de esta renovación; 13 millones de espectadores asisten a la bundesliga, dato referencial que ilustra lo anterior, tomando en consideración las 6 divisiones que subdividen la organización general.
Estos datos abismantes para nuestra realidad, son una muestra contundente del trabajo que existe detrás de los triunfos conseguidos en los últimos años por los alemanes. Entonces, se nos genera una pregunta ¿será necesario esperar a que nuestro fútbol, toque fondo, antes de comenzar a generar reformas inspiradas en modelos como este? Sabemos que, la situación actual de nuestra selección nacional, viene como producto de un proceso que comenzó con nombres como Sulantay, Bielsa y Mayne-NIcholls, sin embargo, en estos últimos años, no ha existido una renovación de nombres, ni a nivel organizacional como de jugadores, sin mencionar la política separatista e individualista que rige la asociación chilena de fútbol, donde la privatización y las sociedades anónimas son los tipos de financiamiento y desarrollo que conducen nuestra política futbolística actual.